Cada año hay alguna novedad en el mundo del regalo corporativo. Algunos son nuevos en la colección, pero otros nos han acompañado durante el tiempo. Como es de costumbre, los mejores objetos publicitarios continúan siendo los que los usuarios utilizan más a menudo y mantienen a lo largo del tiempo.
Aquel mug en su escritorio o aquel bolígrafo que no prestáis nunca, son ejemplos de regalos que funcionan. La pregunta más lógica puede ser, con todas las diferentes variables que existen, ¿cómo decidimos cuales son los regalos promocionales que marcan la diferencia? ¿Qué criterios utilizamos para seleccionar nuestro Top10 de artículos?
Estilo, valor, funcionalidad y efectividad según nuestra estrategia de Marketing son las variables de decisión a tener en cuenta.
ESTILO – Algunos regalos promocionales tienen un estilo que los diferencia claramente del resto. A veces, es el diseño exclusivo: ¿es visualmente atractivo? ¿Será valorado por todo el mundo? Otras veces, lo que nos llama la atención es su diseño funcional: por ejemplo, «aquella bolsa que se abre de aquella manera» o «aquel portafolio que cierra de aquella otra». En ocasiones, lo que buscamos es un color concreto o un aspecto poco tradicional: algunos regalos promocionales llegan a ser nuestros favoritos por su gama de color que nos permite ajustarnos a nuestra corporatividad. Otras ocasiones, es como nos sentimos cuando los utilizamos: como aquel bolígrafo que tiene una escritura tan confortable.
VALOR – Cuando pensamos en valor, nos preguntamos, ¿qué conseguimos por nuestra inversión? Para determinar cuáles son nuestros artículos Top10, el valor del regalo tiene que ser alto. Por ejemplo, un bolígrafo de 10€ que es comparable a otro de 40€ que encontraríamos en una tienda. Sabes que será de buena calidad. ¡Ésto es valor! O quizás una bolsa de 3€ que tiene mejores acabados que otra de su gama. El objetivo es maximizar el valor de los artículos teniendo en cuenta el presupuesto asignado. En resumen, el valor es la relación entre el coste y el producto.
FUNCIÓN – El tercer criterio es la funcionalidad. ¿Como será utilizado el objeto publicitario? ¿Es adecuado para llevar a reuniones? ¿Es práctico? ¿Es cómodo de usar? ¿Es versátil?
EFECTIVIDAD – El elemento cumple su objetivo? Si es un regalo para una feria, ser querrá que todo el mundo quiera uno. Quizás será por su color o por su versatilidad que la gente hablará de él. Un regalo para un alto ejecutivo tendrá un propósito muy diferente. Quizás será en agradecimiento o para consolidad una relación comercial. Tanto si el objetivo es hacer mass branding como la fidelización de los clientes, se tiene que revisar si se cumple el objetivo pretendido.